Los exámenes genéticos que la Policía Científica realizó a un recipiente con comida dieron positivo. También hallaron material genético de uno de los detenidos.
Peritos de la Policía Científica encontraron el ADN de Candela Rodríguez, la nena de 11 años que fue encontrada muerta el 31 de agosto luego de estar desaparecida durante diez días, en muestras recogidas de la casa ubicada en Kiernan 992, en la localidad de Hurlingham, donde se presume que fue mantenida en cautiverio antes de su asesinato.
Según fuentes de la investigación, los investigadores hallaron restos orgánicos compatibles con los de Candela en un bol con arroz hervido y pollo que estaba guardado en la heladera de la casa. Y aseguraron haber encontrado huellas dactilares de Ramón Néstor Altamirano, uno de los detenidos, en un vaso tomado de una de las habitaciones de ese mismo domicilio.
Mientras tanto, efectivos de la Policía Bonaerense realizan un nuevo allanamiento a la vivienda de la calle Kiernan, perteneciente a Gladys Cabrera, una de las cinco personas detenidas en el marco de la investigación y que fueron trasladadas a la DDI de Morón para ser indagadas por el fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro.
Por su parte, el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, anunció que dejará de brindar información sobre la causa, «a fin de preservar su derecho de defensa y, al mismo tiempo, no entorpecer la continuación de la pesquisa hasta el total esclarecimiento del caso». La única excepción, aclaró, será respecto a la situación judicial de los acusados.