Ariel Acuña era efectivo de la Policía Federal, y recibió un disparo en su casa de la localidad de Merlo. El fiscal Rodolfo Molina dijo que «todo parece indicar que se trató de un delito común».
Un efectivo de la Policía Federal que cumplía tareas como custodio de Rubén López, uno de los hijos de Julio López, testigo clave en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz y desaparecido hace cinco años, fue hallado muerto en su casa de Merlo.
La agencia Télam informó que Ariel Acuña murió luego de recibir un disparo en la cabeza. El fiscal federal a cargo de la Unidad de Delitos de Lesa Humanidad, Rodolfo Molina, desestimó que el crimen haya tenido que ver con el caso de Julio López, y explicó al diario La Nación que «todo parece indicar que se trató de un delito común».
«La muerte del custodio no tiene nada que ver con mi viejo y sí con su circulo íntimo», manifestó, en ese sentido Rubén López, intentando desvincular el hecho con el reciente aniversario de la desaparición de su padre, y a pocos días de que su testimonio haya sido adjuntado en la causa del Circuito Camps.
