Es en repudio a un proyecto de ley presentado por el Gobierno de la Ciudad para modificar el Estatuto Docente y derogar las Juntas de Clasificación. El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, calificó a la huelga de 48 horas como «inentendible y absurda».
En su segundo día de paro, los docentes de la Ciudad de Buenos Aires encabezaron una movilización hacia la Legislatura porteña, en repudio al proyecto de ley que pretende modificar el Estatuto Docente y reemplazar a las Juntas de Clasificación por otro sistema para evaluar y designar maestros.
«Esta es nuestra pelea y lo que buscamos es que los maestros sean elegidos por estricto orden de mérito», expresó el secretario general de UTE, Eduardo López, quien encabezó una de las principales columnas de la marcha, que contó con la presencia de 15 de los 17 gremios docentes de la capital argentina.
Durante la primera jornada, el paro contó con una adhesión estimada del 98% de los docentes en las escuelas públicas. «La adhesión al paro fue significativa, pero la medida es inaceptable. Consideremos que tiene fines políticos», analizó el ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Esteban Bullrich. Y agregó: Se juega con la educación de 350.000 chicos para mostrarse opositores a la gestión de Mauricio Macri y eso es lo que me parece preocupante».
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, calificó a la huelga como «inentendible y absurda», y aseguró que con la medida de fuerza «ponen en el medio a los chicos». «Hay un debate que se está llevando a cabo en la Legislatura, que se discute en las distintas comisiones, sobre esta propuesta de varios sectores de la política porteña que apunta a modernizar el sistema, a transparentarlo, a usar Internet», explicó, al tiempo que sostuvo que «tampoco es un decreto del Gobierno, es una ley que se está debatiendo y resultará de lo que vote la mayoría».
