La presidenta Cristina Fernández encabezó ayer la ceremonia íntima en la que se trasladaron los restos del ex presidente Néstor Kirchner desde la bóveda familiar al mausoleo que se construyó especialmente en el cementerio de Río Gallegos.
En la ceremonia, que duró casi dos horas, estuvieron presentes los hijos de la Presidenta, Máximo y Florencia; sus cuñadas, María Cristina y Alicia Kirchner con sus hijos, y algunos de los amigos más cercanos.
En Buenos Aires, un centenar de mineros del yacimiento carbonífero Río Turbio llevó en caravana desde la Plaza del Congreso hasta Plaza de Mayo una estatua de bronce de Néstor Kirchner de más de dos metros de altura. En la plaza se unieron al acto la titular de Madres, Hebe de Bonafini y el vicepresidente electo, Amado Boudou, que dedicaron unas palabras en una radio abierta en memoria de Kirchner.
En la CGT también se recordó al ex presidente a un año de su muerte, el encargado de presidir el acto homenaje fue el títular de la central obrera, Hugo Moyano. En el salón Felipe Vallese, también estuvieron presentes los secretarios generales del gremio de judiciales, Julio Piumato; Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid; vendedores de diarios y revistas, Omar Plaini, y de la Juventud Sindical, el diputado nacional electo Facundo Moyano.
