Por sus maniobras imprudentes generó un choque en el que murió una persona. Continúa en libertad. El ministro de Seguridad bonaerense aseguró que hubo seis llamados al 911 advirtiendo el peligro.
El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Ricardo Casal, prometió que investigará «hasta las últimas consecuencias» por qué ni las autoridades viales ni las policiales hicieron nada para detener a un hombre que el 1º de enero conducía borracho por la ruta 11 y, debido a una mala maniobra, provocó un accidente en el que murió un joven.
«Estamos investigando las seis llamadas al 911 y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias», sostuvo Casal, quien anticipó que buscará develar «las omisiones a las órdenes, que fueron muy claras desde el 911, para interceptar el vehículo».
En ese sentido, el ministro ordenó profundizar el trabajo desde Asuntos Internos, con el objetivo de «determinar las responsabilidades de quienes no cumplieron las órdenes emanadas desde el 911 hacia los puestos callejeros».
El accidente se produjo a la altura de General Lavalle, cuando el conductor de la camioneta Chevrolet S-10, que no fue detenido, provocó con sus maniobras imprudentes un choque entre una Meriva y un Renault Clío, que volcó y despidió de su interior a Carlos Díaz, de 29 años, quien murió en el acto.
