A tan solo unas horas de cumplirse un mes exacto del accidente ferroviario de Once, en el que murieron 51 personas y 700 resultaron heridas, el juez federal Claudio Bonadio ordenó la remoción de la formación afectada, tras dar por concluida la etapa de recolección de datos. La causa se encuentra bajo secreto de sumario y se espera conocer los primeros resultados para fines de marzo.
El magistrado dispuso trasladar el tren a otro sector de la estación, donde quedará bajo custodia de la Policía Federal para una eventual inspección complementaria, en caso de que resulte necesario. También dio la orden de comenzar la etapa de las pericias técnicas, en la que se deberá establecer si el choque de la formación contra los paragolpes de la estación se debió a un defecto del sistema de frenos de la formación, o si se trató, en cambio, de un error humano.
Bonadio también resolvió comenzar con los análisis contables de TBA, como le había pedido el fiscal federal Federico Delgado. De esta manera, se busca esclarecer de qué forma la empresa utilizaba los subsidios otorgados por el Estado para no transferir sus costos al precio de los boletos.
El Gobierno, por su parte, prorrogó ayer por dos semanas más la intervención provisoria de la empresa concesionaria del servicio, y anunció que esperará el resultado de las pericias judiciales para adoptar una eventual sanción en su contra.
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