‘Prison Inside Me’ (Prisión Dentro Mío) es una cárcel construida especialmente para calmar las tensiones. Está ubicada en Corea del Sur y fue construida por el abogado de 47 años Kwon Yong-seok. Esta idea desopilante se le ocurrió tras un ataque de estrés debido a su trabajo y otras cuestiones de su vida personal. Así, se dirigió a un penal para que lo encierren, pero su petición fue denegada.
De esta forma, recaudó cerca de 19 millones de dólares para construir una renovada cárcel con fines psicológicos. Cientos de surcoreanos se dirigen a diario para pasar una semana encerrados y despojados de todos sus bienes materiales, sobre todo sus teléfonos celulares.
Nada de Freud. A los visitantes los visten con los típicos uniformes grises carcelarios, los encierran en celdas de aislamiento de 28 metros cuadrados con tan solo un inodoro, una pileta y una mesa pequeña. Una estadía de dos noches en la prisión cuesta 146 dólares.
A pesar de que está bastante lejos de ser una prisión real, por su limpieza y buen estado edilicio, es cierto que muchos internos valoran el tratamiento: «Muchos reclusos indicaron que la experiencia les ha ayudado mucho. Cientos de surcoreanos que buscan alivio de las tensiones de la vida moderna encuentran la calma», expresó uno de ellos.
¿Se les iría el estrés a estas personas en caso de pasar la noche en una prisión de Latinoamérica? ¡Son de última generación! Aunque claro, en caso de aburrirse, no les sería muy difícil escaparse de ella…