viernes 26 de abril de 2024
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10 aspectos de tu mente que a tu mente no le conviene que sepas

El cerebro y la mente rigen todas las funciones biológicas que nos permiten ser humanos. Junto con el amplio mundo emocional, conforman un todo desde el que conformamos nuestra forma de transitar el mundo.

Somos mucho más que un cuerpo: también somos emociones; y en ese “combo” aparece lo mágico de vivir.

La ciencia avanza permanentemente con nuevos enfoques acerca de la relación de la mente, el cuerpo y las emociones. Y hay muchos aspectos de la mente que a ella misma “no le conviene” que sepas.

Se trata de ciertas funciones, fenómenos y características que los humanos compartimos y que, a la vez, pasan desapercibidos si no los observamos con detenimiento.

Como los procesamos casi automáticamente los resultados que producen, pueden alterar muchos aspectos de nuestra vida social, emocional, afectiva; la toma de decisiones y planos concretos de su injerencia en lo cotidiano.

En este artículo te invito a explorar 10 aspectos de tu mente que a tu mente no le conviene que sepas, ya que te convertirías en un hacker mental de algunos de sus recursos y modalidades cuando quedan al descubierto.

  1. La mente es aditiva, no es sustractiva

Significa que puedes añadir nuevos pensamientos, pero no puedes quitar los que ya tienes almacenados.

Cada vez que ingresas un pensamiento de cualquier tipo a tu mente, ya no es posible quitarlos. Por eso es sumamente importante cuidar la calidad de información a la que le das acceso, porque, además, esos pensamientos crean un estado interno de consciencia que es el que, luego, verás manifestado en gran parte en tus resultados concretos y tangibles.

  1. Disonancia cognitiva: la base del auto engaño que tú mismo te haces

Los seres humanos somos contradictorios, y en el mundo de la mente, los pensamientos y las decisiones también lo son. Por eso muchas veces tomas determinaciones que van en contra de tus principios. Por ejemplo, cuando estás haciendo dieta y comes una torta; o cuando dices que llevas una vida saludable y fumas sabiendo incluso que es nocivo para tu salud.

  1. El efecto halo: emitimos juicios apresurados en base a información incompleta

Imagina la situación de que entras a un lugar desconocido, conoces a una persona que te resulta atractiva, e, internamente, empiezas a ponerle automáticamente características positivas (qué bien viste; qué bien huele; como llama la atención, etc.). Ahora imagina la situación inversa: vas al mismo sitio y conoces a alguien poco atractivo en apariencia, distante y frío en el comportamiento. Es altamente probable que automáticamente le asignes características poco agradables.

Esto sucede por el efecto halo, un sesgo cognitivo (un atajo mental) donde se generaliza erróneamente algo a partir de muy poca o nula información disponible. Es el caso típico cuando escuchas una información al pasar, la asocias con datos anteriores de tus experiencias, y lo conectas con lo actual, por más que sea totalmente fuera de contexto y fragmentada. Como verás esto impide que tomes decisiones asertivamente ya que promueve decisiones equivocadas.

  1. El miedo a tener miedo

Hay personas que, desde una construcción mental, tienen miedo al miedo. Técnicamente se llama “fobofobia”, y es una de las más extrañas dentro de las más de 600 fobias registradas.

Cuando una persona siente miedo en forma subjetiva, ¿le preguntas enfática y específicamente “Sientes miedo a qué?”, la persona dice “no sé, siento miedo”. Y es aquí cuando se produce este extraño fenómeno mental de tener miedo al miedo.

  1. Nos da más bajón el invierno, y nos encendemos en verano

Esto se produce porque en la época de invierno se produce una inhibición de la endorfina y la serotonina. Y las mismas se segregan mucho más en verano. De allí es que, de alguna forma, los países de climas cálidos todo el año son asociados con un espíritu de mayor alegría en muchos casos, donde el turista reconoce un estado de felicidad en la gente. Son generalizaciones, por supuesto, aunque influye este rasgo biológico.

  1. Cuando te cansas mentalmente, piensas que estás físicamente agotado

Las neuronas del cerebro se conectan de distintas formas, y si fuese un disco duro podría almacenar un estimado de 4 terabytes de información.

Nosotros tenemos alrededor de 70.000 pensamientos por día, muchos de ellos repetidos. El cerebro pesa sólo 1 kilo y medio en promedio; y para funcionar consume el 20% de la energía y del aire que recibe el organismo.

Cuando estamos mentalmente agotados, por ejemplo luego de tareas sumamente extenuantes o que requieren máximo enfoque, automáticamente pasas a pensar que estás agotado físicamente. Esto se produce porque en el cerebro no diferencia tanto estos dos tipos de cansancio, aunque son diferentes.

Entonces, si quienes obtener energía extra, es importante distinguir qué tipo de cansancio tienes, ya que podrás comprobar que aún te queda un resto para seguir adelante.

  1. La mente mezcla realidad y fantasía

El cerebro humano tiene dificultades para distinguir las fantasías de las experiencias reales. Es el caso cuando estás tan metido en una película que la vives como si estuvieses ahí y sientes emociones muy realistas… y es una ficción.

De la misma forma puedes crear pensamientos de fantasía que te limitan, y eso es lo que obtienes: experiencias restrictivas.

La buena noticia es que puedes entrenarte en tener fantasías positivas y, de esta forma, ayudar a crear nuevas realidades constructivas para ti.

Otro proceso que sucede relacionado con esto es que, con el paso del tiempo, las situaciones se recuerdan distorsionadas, fundamentalmente por el tono emocional que le hayas puesto en aquel momento original, y luego, en la resignificación de esas emociones cuando las revives más adelante.

  1. Se puede sentir el dolor ajeno como propio

Sintéticamente hay dos tipos de dolores: físico y emocional.

Se han hecho muchas pruebas científicas donde alguien recibía un golpe en un dedo, y quien lo observa instintivamente lo sintió.

Aquí se activan las neuronas espejo, que reproducen las experiencias empáticamente y de allí que se puedan sentir como propias.

  1. Los inteligentes se subestiman; los más ignorantes piensan que son más brillantes de lo que en realidad son

El “Efecto Dunning Kruger” parte de la base de que mientras más información tenemos, somos más conscientes de nuestras propias limitaciones, incluyendo la posibilidad de estar equivocados.

Las personas que son más ignorantes tienden a sobreestimarse pensando que son más brillantes que en la realidad; precisamente por la falta de información para contrastar con sus niveles de conocimiento.

 

  1. Una autopista de 1.000 kilómetros de neuronas

Los neurocientíficos han estimado que el cerebro humano tiene casi 100.000 millones de neuronas. Si las pusieses en fila india formarían una línea de 1.000 kilómetros.

El cerebro sigue generando neuronas hasta el día en que morimos, de forma que aquello de que “a más viejo, menos neuronas” no tiene asidero. Y, por otro lado, se ha demostrado que hay múltiples actividades que estimulan la creación de neuronas, siendo una de las principales el ejercicio físico hecho con regularidad.

Daniel Colombo
Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; motivador; autor de 21 libros y comunicador profesional.
Es docente del Curso Cómo Hacer Prensa en Periodismo.net.

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