La utilización de robots con capacidad de respuesta se está imponiendo en los hoteles más vanguardistas. Las versiones pueden variar, desde un dinosaurio mecánico, una “mujer androide” o un robot recepcionista. Todo es automático y sin la presencia de humanos: registro en un panel táctil, un brazo robótico se encarga de las maletas y reconocimiento facial para acceder a la habitación. En Japón ya hay hoteles gestionados casi exclusivamente por robots que tienen, eso sí, gestos humanos: parpadean, miran a los ojos, parece que respiran y hablan más de diez idiomas. Para acceder a la habitación no se usa ni llave ni tarjeta. Las puertas se abren por reconocimiento facial. En algún hotel los robots también se encargan de hacer el café, la limpieza o entregar la ropa. De momento la plantilla robótica convive con la humana pero la intención de los promotores es ir sustituyendo una por otra hasta llegar al 90% de personal androide.