jueves 10 de octubre de 2024
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Cómo utilizar la Inteligencia Artificial para el trabajo periodístico repetitivo

En el vertiginoso mundo del periodismo, gran parte del tiempo lo consumen tareas repetitivas que a menudo pueden pasar desapercibidas. Desde la clasificación de correos electrónicos interminables hasta la transcripción de entrevistas, estas tareas pueden delegarse, al menos parcialmente, en un asistente de Inteligencia Artificial, lo que nos permite centrarnos en lo que realmente importa: establecer relaciones, verificar la información y escribir buenos artículos.

Al adoptar las IA generativas con un método y una perspectiva en mente, los periodistas pueden liberar un tiempo valioso y dedicarse a los aspectos fundamentales de su profesión. Esto también significa que no es buena idea utilizar herramientas de IA para producir contenidos en exceso. Las IA generativas deben apoyar la idea de potenciar la calidad frente a la cantidad en el periodismo, defendiendo los principios del periodismo lento.

Exploremos por qué esto es beneficioso y qué tareas podemos delegar parcialmente en estas tecnologías, y comprendamos los beneficios y riesgos asociados.

Tareas repetitivas en el ecosistema digital que podemos delegar, al menos parcialmente
Transcribir entrevistas sigue siendo una de las actividades más solicitadas que los periodistas quieren delegar en las IA. La IA generativa puede transcribir automáticamente entrevistas de audio, convirtiéndolas en texto con gran precisión. Herramientas como Otter.ai, Happy Scribe y Descript utilizan la IA para proporcionar transcripciones rápidas y fiables, ahorrando horas de esfuerzo manual.

Es importante recordar que si se quiere confiar en estas herramientas, debemos ser conscientes de las implicaciones de seguridad, especialmente cuando se transcriben documentos sensibles o fuentes confidenciales. Dispositivos como el Pixel Pro 8 ahora incluyen esta función de forma nativa y pueden trabajar sin conexión. Sin embargo, hay que recordar siempre que el único dispositivo verdaderamente seguro es el que está desconectado de internet. Incluso entonces, si alguien lo encuentra y accede a la contraseña, puede verse comprometido, ¡por supuesto!

Ordenar y categorizar los correos electrónicos
Las herramientas de gestión de correo basadas en IA, como SaneBox o las funciones de IA de Google en Gmail, pueden ayudar a clasificar y priorizar los correos electrónicos. Estas herramientas pueden identificar los correos importantes, filtrar el spam y organizar los mensajes en las carpetas pertinentes.

Si necesitas gestionar correo ordinario sin información confidencial, un chatbot de IA como ChatGPT, Claude o Gemini podría ser útil para redactar correos electrónicos con unas pocas instrucciones que incluso puedes dictar (por ejemplo, utilizando la aplicación de ChatGPT). Además, pueden ayudarte a dar sentido a esos correos largos y desordenados que todos tememos (seamos sinceros, no todo el mundo escribe correos claros y concisos, y todos nos ahogamos en nuestras bandejas de entrada).

De este modo, los periodistas dedican menos tiempo a gestionar sus bandejas de entrada y más a responder a comunicaciones y contactos cruciales. Eso sí, asegúrate de consultar las condiciones de servicio de estas herramientas para saber qué ocurre con tus correos electrónicos, datos, etc.

Selección e investigación de contenidos
Las plataformas basadas en IA, como Feedly y Curata, pueden automatizar la selección de contenidos agregando noticias de diversas fuentes, filtrando artículos relevantes y sugiriendo temas en función de criterios predefinidos. Herramientas como Perplexity pueden ayudarte a encontrar historias, citar fuentes y profundizar en los temas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas herramientas a veces cometen errores en los resúmenes, así que hay que comprobarlo todo. Si prefieres utilizar chatbots conversacionales para esta tarea, asegúrate de obligarles a citar y enlazar las fuentes.

Un pequeño inconveniente: algunos periódicos bloquean estos chatbots (el más notable, The New York Times), lo que significa que quedan excluidos de las fuentes que estos chatbots pueden teóricamente consultar.

Generar resúmenes e informes
Herramientas como Wordtune y SummarizeBot, junto con los conocidos Gemini, ChatGPT y Claude, pueden condensar largos artículos, informes o transcripciones en resúmenes concisos. Estos resúmenes destacan los puntos clave y ofrecen una rápida visión general del contenido. Esto resulta especialmente útil para los periodistas que necesitan comprender e informar rápidamente sobre documentos o trabajos de investigación extensos. No obstante, no hay que olvidar comprobar los resúmenes.

Un buen truco para los chatbots es pedirles que resuman dividiendo el contenido en partes: estas herramientas suelen sufrir el problema de «perderse en el medio». Son geniales para una visión general rápida, pero si necesitas que resuman secciones específicas de un PDF, asegúrate de darle una indicación adecuada (por ejemplo, «explora, analiza y resume este PDF de la página 35 a la 47»).

Factchecking automatizado 
Las plataformas de comprobación de hechos, como Full Fact y Factmata, utilizan la IA para verificar la exactitud de la información cruzándola con fuentes de confianza. Estas herramientas pueden señalar automáticamente posibles informaciones erróneas y sugerir correcciones. Es muy importante recordar que la última palabra siempre la tiene el ser humano: las herramientas automáticas pueden dar lugar a falsos negativos o falsos positivos, y evitar ambos es crucial en el periodismo.

Cuando se trata de detectar imágenes, vídeos o contenidos de audio falsos, el auge de los deepfakes lo hace cada vez más difícil. Hay una regla de oro que hay que tener en cuenta: no se publica una foto, un vídeo o un audio si no se ha comprobado dos veces. Esto significa una investigación y verificación minuciosas; a veces es rápido y fácil, y a veces no. Si no podemos estar seguros de que una imagen es real, aunque sea probable en un 99%, no debemos publicarla.

Varias herramientas pueden ayudar en este proceso. Por ejemplo, el Proyecto INVID sigue siendo útil incluso en la era de los contenidos generados por IA. Su análisis puede revelar partes de imágenes o fotogramas con una alta probabilidad de manipulación, aunque también puede producir falsos positivos o negativos. Por lo tanto, hay que comprobar y verificar siempre antes de publicar.

Optimización SEO
¿Quién quiere recopilar la descripción ALT de una imagen? Nadie (o la Web estaría llena de descripciones ALT bien compiladas, cosa que claramente no ocurre). Entonces, ¿por qué no delegar estas tareas en las IA?

Las herramientas SEO basadas en IA, como Clearscope y MarketMuse, pueden analizar el contenido para determinar su rendimiento SEO, sugiriendo palabras clave, meta descripciones y mejoras estructurales para aumentar la visibilidad y la participación. Pero también se pueden utilizar los chatbots «normales». Por ejemplo, pedirle a Gemini que extraiga palabras clave sobre un tema. O solicitarle a la IA que cree un plan editorial SEO-friendly, y puedes pedirle a ChatGPT que cree la descripción ALT para una imagen. Hay que recordar que siempre es una buena idea proporcionar un poco de contexto.

Gestión de redes sociales
Plataformas como Hootsuite y Buffer integran IA para programar publicaciones, analizar métricas de engagement y sugerir momentos óptimos de publicación. También pueden generar ideas de contenido y automatizar respuestas a consultas comunes. Las IA conversacionales pueden utilizarse para crear diferentes versiones de un mismo post.

Sin embargo, se debe considerar que si no proporcionas ejemplos claros de tu estilo de redacción, tono de voz, etc., las publicaciones sociales podrían acabar siendo decepcionantes, llenas de clichés y demasiado enfáticas. Las IAs necesitan muestras y referencias relevantes para ayudarte a crear borradores de contenido social adecuados. Y sí, aún tendrás que perfeccionarlos.

El periodismo humano está vivo
Al delegar las tareas repetitivas en la IA generativa, los periodistas pueden recuperar un tiempo valioso y centrarse en los aspectos de su trabajo que requieren intuición y creatividad humanas. La adopción de estas tecnologías no sólo mejora la eficiencia, sino que también eleva la calidad del trabajo periodístico al dejar más tiempo para la información en profundidad, la verificación exhaustiva y el compromiso significativo con las fuentes y el público. Mientras seguimos navegando por el ecosistema digital, aprovechar la IA de forma responsable y ética será crucial para dar forma al futuro del periodismo.

La IA no nos sustituirá como periodistas, sino que puede utilizarse para mejorar el trabajo periodístico y devolverle su esencia.

Dicho esto, no debemos ser ingenuos: habrá muchos editores que pueden ver en las IA una forma de sobreproducir contenidos, persiguiendo el mito del crecimiento y los clics infinitos. Pero tenemos el deber de proponer una forma ética y útil de aprovechar estas herramientas para producir un periodismo bueno, preciso y humano.

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