En medio del océano Atlántico, nueve islas forman el archipiélago Azores, una región autónoma de Portugal que se convirtió en un paraíso para la vida marina. Gracias a la creación de extensas reservas naturales, ballenas, tiburones y tortugas marinas encuentran allí un refugio seguro, sin amenazas de cazadores furtivos y con abundante alimento.

El biólogo marino y fotógrafo Jeroen Hoekendijk pasó una semana en el archipiélago con permisos especiales del gobierno local para documentar este ecosistema. Entre sus hallazgos más destacados está el encuentro con un ballenato de cachalote, una especie que fue cazada en estas aguas hasta 1980.

«Las crías suelen esperar en la superficie mientras sus madres bucean hasta dos kilómetros de profundidad para alimentarse de calamares gigantes», explica Hoekendijk. «Cuando me metí al agua, empecé a hacer sonidos con el snorkel imitando los clicks que usan para comunicarse. El ballenato pareció responder y se acercó lentamente. Estar cara a cara con una cría curiosa de cachalote fue una experiencia única en la vida».

Sus imágenes demuestran que cuando se protege correctamente a las especies, estas pueden recuperarse. Aquí te mostramos sus mejores capturas:

1. Delfines moteados

«Una manada de delfines moteados del Atlántico se abalanzó sobre nosotros el primer día y se colocó delante del barco. Fue una señal de lo afortunados que íbamos a ser», dice Hoekendijk. La especie, con su aspecto salpicado de pintura, prefiere estas aguas subtropicales, calentadas por la Corriente del Golfo.

2. Cachalote

Los cachalotes son cetáceos muy sociales con una cultura matricéntrica. Pueden alcanzar los 18 metros de longitud y son los animales con dientes más grandes del mundo. Pueden sumergirse a profundidades de 3 km. Esta cría tenía solo unos meses y ya medía 5 metros. «Se acercó a mí», dice Hoekendijk. «Parecía responder a los ruidos de clic que hacía a través de mi esnórquel».

3. Cachalote

A su vez, pueden ser muy activos en la superficie. Este ejemplar adulto estaba moviendo la cola hacia arriba y hacia abajo y defecando en el agua. «Esto demuestra la fuerza del animal», afirma Hoekendijk. «Los cachalotes son muy maniobrables e incluso pueden nadar hacia atrás; se retuercen como una serpiente».

4. Cachalote

Estos cetáceos, que tienen los ojos a los lados de la cabeza, solo pueden ver estereoscópicamente si se ponen boca abajo. “Esta ballena me inspeccionaba con ambos ojos y apuntaba los clics de su sonar hacia mí. Los rayos del sol a través del agua hacían que pareciera algo sacado de Star Trek. Esperaba que fuera a toda velocidad”.

5. Tortuga boba

Las tortugas bobas son una especie en peligro de extinción y se alimentan de medusas, así como carabelas portuguesas. «La tortuga se acercó a mí y a mi compañera de buceo, Judith van de Griendt», dice Hoekendijk. «Se acercó a su cámara, como si estuviera inspeccionando su propio reflejo en la lente».

6. Orcas falsas

Las orcas falsas son raramente vistas en las Azores. «Esta hembra estaba acompañada por su cría, de apenas dos metros de largo». Son animales rápidos y enérgicos, llamados así por su parecido engañoso con las orcas.

7. Orcas falsas

En esta imagen se las ve cazando atunes. «Se podía oler que habían capturado una y la estaban desgarrando; ese es el blanco que se refleja en el agua oscura. Eran muy ruidosas, era como estar en un partido de fútbol o en una discoteca. No solo estaba nadando en el agua, sino también en el sonido», dice Hoekendijk.

8. Ballena sei

Estas grandes ballenas barbadas pueden crecer hasta 21 metros de largo y se alimentan de peces pequeños, zooplancton y calamares. «Son difíciles de identificar y difíciles de aproximar y fotografiar», dice Hoekendijk. Son esbeltas, enormes y casi parecidas a las anguilas, con marcas moteadas azuladas.

9. Orcas

Una noche, de vuelta en la costa, Hoekendijk tuvo un sueño muy vívido sobre orcas. «A la mañana siguiente, recibimos una llamada diciendo que la vigia (un puesto de observación de ballenas en tierra) había avistado una sola orca. Lo siguiente que supe fue que estábamos en el agua con lo que resultó ser una familia entera de orcas. Había ocho animales, incluido este joven, nadando en fila».

10. Orca

«A trescientos metros detrás de la manada se encontraba este gran macho adulto, con su alta aleta dorsal, escoltando a la familia. Fue una visión muy conmovedora», afirma Hoekendijk.

Vía