Recientemente, una pieza de Lego fue parte de un experimento en la Universidad de Lancaster, en el Reino Unido, para probar los límites de los materiales del juego de bloques.
Gracias al divertido experimento, que involucraba poner piezas de Lego en un refrigerador realmente frío, los científicos aseguran que también tendrá amplias implicaciones para la computación cuántica.
Como parte del ensayo, publicado la semana pasada en la revista Scientific Reports, los científicos pusieron las figuras de plástico en un refrigerador de dilución, un congelador capaz de mantener temperaturas extremadamente bajas.
El refrigerador utilizado para el experimento se fabricó especialmente en la universidad y, según el comunicado de prensa, es el más efectivo del mundo. Puede alcanzar temperaturas tan bajas como 1.6 miligrados por encima del cero absoluto, que es casi 200.000 veces más frío que la temperatura ambiente.
«Si la pieza puede sobrevivir a esta baja temperatura, es el Lego más frío del mundo», dice el investigador Josh Chawner en un video sobre el experimento.
Los investigadores colocaron un muñeco y cuatro bloques Lego dentro de la nevera, y descubrieron que se mantenían intactos de manera impresionante, lo que los convierte en un aislante térmico excepcional a temperaturas criogénicas.
