Las grandes urbanizaciones de viviendas públicas de Singapur (conocidas como bloques HDB), pueden ser desconcertantes, incluso para personas sin pérdida de memoria. Para ayudar a quienes padecen demencia a encontrar su camino, la Asociación de Enfermedad de Alzheimer (ADA) creó murales en las paredes de los espacios de la planta baja, en un bloque en el distrito de Kebun Baru.
El proyecto utiliza imágenes elegidas por los vecinos del barrio con demencia. Todos son de alimentos familiares y tradicionales, incluido un pastel de Tortuga Roja, Satay, una taza de Kopi y dulces de Conejo Blanco.
El uso de murales es parte de un piloto de la ADA sobre los esfuerzos de diseño inclusivos para la demencia. El proyecto pretende ayudar a quienes tienen desorientación espacial, pero como cualquier buen ejemplo de diseño universal, los símbolos no solo benefician a las personas con Alzheimer. Los niños también pueden encontrarlos útiles, así las personas con discalculia
La discapacidad no debe pensarse como un problema individual. Es una identidad que comparte una de cada cinco personas en todo el mundo, y que solo aumentará a medida que la población envejezca.
A medida que crece el número de personas con discapacidades en el mundo, la demanda de diseño accesible se dispara, lo que hace sumamente valiosos a este tipo de proyectos, no solo para los 50 millones de personas estimadas que padecen demencia en todo el mundo, sino también para todos los que aprecian la señalización no verbal.
