La línea aérea Air Madrid suspendió sorpresivamente sus operaciones en todo el mundo luego de vender 30.000 pasajes durante la última semana a pesar de que estaba en riesgo su continuidad. Mientras los directivos de la compañía responsabilizan al Gobierno español, más de 300.000 pasajeros están varados y exigen el cumplimiento de sus vuelos.
Este viernes parecía un día como cualquier otro en los aeropuertos, pero repentinamente, los empleados de Air Madrid se retiraron cerrando sus ventanillas y sin dar explicaciones a los pasajeros. Los vuelos se habían cancelado y las autoridades debieron explicarles a los usuarios que la empresa había dejado de operar ante la amenaza, por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de retirarle la licencia por incumplimientos en el contrato de concesión.
Pese a las reiteradas amenazas de cierre y paralización de actividades, la empresa vendió unos 30.000 boletos durante la última semana y más de 300.000 personas quedaron varadas en todo el mundo, la mitad de ellas, en Latinoamérica. La empresa se ha negado a reintegrar el dinero de los pasajes, sino que también rechazó tramitar el cumplimiento de los programas de vuelo con otras aerolíneas, como es su obligación.
En España, el Gobierno ha decidido aplicar un “plan de emergencia” para trasladar a los viajantes varados, pero sólo una pequeña porción será beneficiada. De Buenos Aires, sólo un avión con capacidad para 400 personas intentará llevar a Madrid a quienes perdieron sus vuelos del viernes y el sábado.
La demanda de pasajes había aumentado significativamente en las últimas semanas como consecuencia de la cercanía de las Fiestas y las vacaciones de verano en el hemisferio sur (en Europa es temporada baja y los costos son menores).
Más información:
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=868161
www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-77808-2006-12-16.html
www.clarin.com/diario/2006/12/16/sociedad/s-04601.htm
