Investigadores de la Universidad de Granada cuestionan que realizar actividades físicas de manera regular tenga beneficios a nivel cognitivo como se pensaba. Tras revisar más de un centenar de artículos científicos sobre esta materia, han concluido que no hay evidencia sólida que muestre una relación causal entre la práctica deportiva y efectos positivos sobre la cognición.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y publicado en la revista Nature Human Behaviour, concluye que hacer ejercicio de manera regular no tiene tantos beneficios a nivel cognitivo como se pensaba hasta ahora, o al menos, la evidencia científica revela que este efecto es insignificante.
El equipo del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) ha revisado 24 metaanálisis para posteriormente centrarse en 109 estudios controlados por aleatorización, que suelen utilizarse para determinar relaciones causales, abarcando 11.266 participantes sanos y de todas las edades.
Los autores mostraron que los efectos positivos originales, pequeños y estadísticamente significativos, del ejercicio físico sobre la cognición, desaparecían en todas las edades (desde niños/as hasta las personas mayores) y funciones cognitivas.
Todo ello tras tener en cuenta los posibles efectos moderadores —como las líneas de base de los estudios y las diferencias entre los grupos de control, un aspecto fundamental de los diseños de intervención para controlar problemas metodológicos como el efecto placebo—, y corregir por el sesgo de publicación.
El artículo además destaca que la literatura científica sobre los efectos del ejercicio sobre las funciones cognitivas ha crecido de forma exponencial en los últimos años basándose en mensajes exagerados, sin tener en cuenta hallazgos contradictorios y el surgimiento de voces críticas.
Los investigadores indican que la mayoría de los metaanálisis muestran importantes deficiencias metodológicas, como por ejemplo, baja potencia estadística, falta de solapamiento en las fuentes de evidencia, sesgo de publicación, etc.). Por tanto, sus resultados no representan necesariamente el efecto real de la evidencia acumulada a lo largo del tiempo.
Una relación causal poco sólida
Los autores subrayan que sus hallazgos no sugieren que el ejercicio físico no pueda tener efectos positivos en el funcionamiento cognitivo en absoluto, ni que pueda ser perjudicial para la cognición.
Sin embargo, enfatizan la necesidad de cautela a la hora de establecer una relación causal entre el ejercicio y la cognición, ya que actualmente las pruebas causales no son sólidas.
Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda actualmente el ejercicio regular como medio para mantener un estado cognitivo saludable en la infancia y personas mayores. Una recomendación que, según el estudio de la UGR, no estaría avalada por la evidencia científica disponible hasta la fecha.
A pesar de estos resultados, los investigadores de la UGR concluyen que los beneficios del ejercicio, especialmente en lo que respecta a la salud física, son suficientes en sí mismos para justificar políticas de salud pública basadas en pruebas para promover la práctica de deporte de manera regular en la vida cotidiana de las personas, sin tener que apelar a los supuestos efectos a nivel cognitivo.